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XLVII Aniversario de la UAMH y CS

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Cuadragésimo Séptimo Aniversario de la Unidad Académica de Medicina Humana y Ciencias de la Salud.

Autor: Dr. Roberto Nava Espinosa, Médico Internista, Docente-Investigador de la UDI de Fisiopatología en la UAMH y CS de la UAZ.  Fungió como Coordinador del Hospital Virtual del Área de Ciencias de la Salud de la UAZ. betonavaes@yahoo.com.mx

 

“Conocer el pasado es la

única forma de entender el

presente y de intuir el futuro”

Juan Manuel Moreno

 

A cuarenta y siete años de la fundación de la Escuela de Medicina, hoy Unidad Académica de Medicina Humana y Ciencias de la Salud (UAMH y CS) de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), se han generado una serie de transformaciones que abarcan sus espacios físicos, estructura, acciones académicas, planta docente y plan de estudio. Ante ello y como un homenaje a quienes han forjado su trayectoria se tratará de hacer una breve descripción del surgimiento de esta Institución.

El precedente de la educación de la Medicina en Zacatecas se remonta al año de 1876 cuando por iniciativa del doctor Ignacio Hierro se creó una Escuela de Medicina, misma que dependía del Instituto Literario de García. Esta escuela fue clausurada en el año de 1886 por carecer de lo elemental para la enseñanza como instrumental, laboratorios y apoyos didácticos, entre ellos cadáveres. No obstante su corta existencia, lograron egresar cinco profesionistas de sus aulas. Cabe mencionar que la Universidad Autónoma de Zacatecas (1968) antes de constituirse como universidad propiamente dicha, tuvo varios nombres: Instituto Literario de García (1832), Instituto Científico y Literario de Zacatecas (1885), Colegio del Estado (1918), Instituto de Ciencias de Zacatecas (1920), Instituto de Ciencias Autónomo de Zacatecas (ICAZ-1959). El 6 de septiembre de 1968 se logró la transformación del ICAZ en lo que ahora es la Universidad Autónoma de Zacatecas.

En el último tercio del año de 1967, se comenzó a gestar la creación de la Escuela de Medicina en Zacatecas, basados en la necesidad de contar con dicho renglón de estudios y de esta manera complementar la oferta educativa a los alumnos del Bachillerato de Ciencias Biológicas que tenían que emigrar fuera del Estado donde la mayoría eran rechazados, o bien porque no contaban con la solvencia económica necesaria para ello. Al mismo tiempo existen quienes opinan que fue un factor detonante para la conversión del ICAZ a Universidad, incluso algunos expresan que este hecho representó un afán de prestigio del entonces Gobernador del estado.

Las aspiraciones comenzaron a concretarse en diciembre de ese año, cuando en una primera reunión convocada para el diálogo específico de la creación de la Escuela de Medicina, realizada en el aula del Hospital Civil de Zacatecas y ante la presencia del gobernador del Estado José Isabel Rodríguez Elías, el Rector del entonces Instituto de Ciencias Autónomo de Zacatecas (ICAZ) José Abraham Torres Viramontes, presentó el proyecto al H. Colegio de Médicos de la ciudad. Durante la discusión del proyecto sus integrantes en un principio se opusieron, ya que su argumento se basó en la dificultad que implicaba la creación de una escuela con tales características, ya que no sólo era necesario aulas, pizarrones y docentes, sino fundamentalmente contar con profesores capacitados en las Ciencias Básicas, situación difícil en esos momentos en la Ciudad, además de se debería contar con instrumental y equipo adecuado para sus laboratorios. Tras escuchar pros y contras tanto el Gobernador como el Rector del ICAZ se comprometieron a resolver tales inquietudes. En una segunda reunión a finales del mismo mes, finalmente se aprobó el proyecto en lo general.

Una vez superada esta primera etapa, el Colegio de Médicos nombró de entre sus colegiados una terna para dirigir los estudios y proyectos definitivos. Dicha terna se integró por los doctores Antonio Aguilar Rodríguez, Manuel Varela Luján y Enrique Arguelles Robles, siendo este último electo como primer director.

A partir de su nombramiento el doctor Arguelles Robles se dedicó a visitar las escuelas de medicina de las ciudades de Guadalajara, León, San Luís Potosí, Durango y la Ciudad de México. En la Facultad de Medicina de la UNAM recibió asesoría para formular planes y programas de estudio. Una vez que el doctor Arguelles Robles regresó a Zacatecas con la información recabada e imitando el plan de estudios A-36 vigente en dicha Institución y tras haber realizando las adecuaciones correspondientes a la realidad de la época, se contó con lo necesario para comenzar un plan de estudios propio, cuyos contenidos fueron contrastados con los de los programas de las escuelas de San Luis Potosí, León Guanajuato, Guadalajara y de Durango.

La declaratoria inaugural fue el 7 de febrero de 1968 en un aula del antiguo Hospital Civil de Zacatecas de la Secretaría de Salud, estando presentes autoridades administrativas del ICAZ y del H. Colegio Médico. Para celebrar el inicio formal de las actividades académicas se realizó un Simposio sobre enfermedades pleuro-pulmonares, mismo que fue impartido por personal médico del pabellón de Neumología del Hospital General de México. Fue así que las actividades académicas comenzaron con cuarenta y cinco alumnos, la mayoría provenientes de la Preparatoria del ICAZ, mismos que fueron seleccionados por entrevista y por sus respectivas calificaciones del bachillerato. Cabe mencionar que inicialmente no se contaba con el espacio físico, por lo que las clases se tomaron en aulas de la Escuela de Odontología, en el auditorio y anfiteatro del Hospital Civil, e incluso se llegó al extremo de tomarlas en los propios jardines de la Institución. Comenzaba así una nueva etapa de la Educación en el Estado de Zacatecas.

Para cumplir con el requerimiento de docentes preparados en las Ciencias Básicas, se envió a varios de ellos a recibir la respectiva capacitación en la Facultad de Medicina de la UNAM, específicamente en Fisiología, Bioquímica, Farmacología y Ecología Humana, algunas otras materias fueron cubiertas con médicos que ejercían la profesión en la Ciudad. Para el caso de asignaturas como Nefrología, Oncología, Endocrinología etcétera, se ofrecieron a médicos visitantes de San Luis Potosí, León, Guadalajara, Aguascalientes y la Ciudad de México, esto por no contar con especialistas en dichas áreas de la Medicina.

La etapa transcurrida en los primeros diez y nueve años de existencia corresponden al nombre de Escuela de Medicina Humana (1968 a 1987); con el advenimiento de estudios de Posgrado y específicamente la Maestría en Ciencias de la Salud con Especialidad en Salud Pública, se transformó en Facultad de Medicina Humana y Ciencias de la Salud (1987). A partir del Foro Integral de Reforma de la Universidad (1999-2000) en el cual se acordó la integración por Áreas del Conocimiento, y particularmente la integración del Área de Ciencias de la Salud, todos los espacios formativos de la Universidad entre ellos la Facultad de Medicina, cambiaron su nombre a Unidades Académicas, lo cual involucraba el planteamiento de importantes cambios administrativos, organizativos y académicos.

El doctor Rodolfo García Montoya, ex alumno y ex director de la propia Institución, visualizó tres etapas de la Escuela de Medicina en base a la evolución que ha tenido el plan de estudios, cambios que se asocian a otros acontecimientos institucionales. La primera de fundación comprende de 1968 a 1977, según él, esta etapa concluye en 1977, por presentarse en la Universidad un fuerte conflicto de carácter político que redefinió los rumbos de la Universidad, ya que ese acontecimiento vino a sustentar una nueva filosofía universitaria que ostentaría o demandaba un sentido científico, crítico y popular. Es en los primeros años de esta etapa donde se construyó el primer edificio que albergó sus instalaciones. Para tal efecto se emitió una convocatoria de la cual resultó ganador el proyecto presentado por los arquitectos Álvaro Ortiz Pesqueira y Juan Manuel Hernández; la construcción comenzó a mediados de 1970 y concluyo a principios de 1972. Dicha obra albergaba aulas, laboratorios, salas de disección, de cadáveres y un auditorio, espacios que resultaban suficientes para la época.

Durante este lapso de tiempo el primer director fue reelecto, sin embargo no concluyó su segundo mandato por no estar de acuerdo con la política del “pase automático”; su lugar fue ocupado por su entonces Secretario General el doctor Roberto Duarte McDonald (1974-1976).

La segunda etapa abarcó de 1977 a 1988, se caracterizó por la presencia de una política educativa nacional que conllevó a una apertura masiva de la matrícula de la educación media superior, cuyos efectos se dejaron sentir notablemente en la Escuela de Medicina, tal situación propició una contradicción entre la política interna de la propia escuela y la universitaria, surgiendo así un movimiento denominado por el pase automático, con lo que se abrieron las puertas a la totalidad de la demanda, sin un respaldo efectivo de los recursos institucionales que garantizaran desarrollar una formación médica de calidad; esta nueva etapa la denominó de masificación. En ésta el plan de estudios sufrió múltiples modificaciones sólo en aspectos de carácter administrativo, sin llegar a una reforma de fondo, que atendiera elementos curriculares que caracterizaron la vida académica de la Institución.

Los momentos de crisis tampoco fueron la excepción, destaca en este periodo, que en el año de 1980 se suscitó un conflicto durante la elección de Director, mismo que obligó al Rector en turno de la Universidad a designar como responsable al Licenciado Guillermo Huitrado Trejo. Quizá sea la única Escuela de Medicina en el mundo que ha sido dirigida por un profesional ajeno esta área, aunque sólo fuera de manera temporal.

En el año de 1983 el doctor Abel Zapata Ibarra docente de la Institución portador de una gran capacidad artística y creativa resultó ganador del concurso para la elaboración del Emblema que distingue hasta la actualidad a la Unidad Académica de Medicina Humana y Ciencias de la Salud, ello por la necesidad de dotar a la Escuela de un emblema que la individualizara y que sirviera de identidad a las generaciones presentes y venideras. En él una serie de figuras y colores engloban al Hombre como ser humano y trabajador de la salud, a la Ética y la Ciencia como pilares de la Medicina, el estudio, la vida y la muerte, la sangre, el bienestar del ser humano, el ciclo vital del ser humano, todo ello englobado bajo el Lema “El hombre por el hombre”. Su creación quedó un tiempo en el olvido, sin embargo años más tarde fue rescatado y utilizado en documentos oficiales, situación que permanece hasta la actualidad.

La tercera etapa es de 1988 hasta el 2005, fue definida como de modernización. Su característica principal es que estuvo enmarcada por presiones externas impuestas por el proceso de globalización de la economía, con lo que las instituciones educativas se vieron obligadas a evaluar sus estructuras curriculares con la finalidad de fortalecer la calidad académica en los procesos de formación de sus egresados, con la intención suprema de que sean competitivos y de esta forma respondan a las exigencias derivadas de la realidad estatal, nacional e internacional.

En el año de 1989 como una forma de dar cabida a las actividades de investigación y así completar el ciclo investigación-docencia-servicio, se crearon las Jornadas Médicas, evento que además de dar paso a la participación de docentes, alumnos, servía como foro para conferencias magistrales tanto de profesores locales, nacionales e internacionales, sin dejar de lado talleres, mesas redondas y actividades culturales. Al mismo tiempo sirvió para conmemorar el festejo de aniversario de su fundación. Hasta el momento se han realizado de manera ininterrumpida veintidós eventos de las Jornadas Médicas.

Durante este periodo se realizaron una serie de acciones encaminadas a fortalecer el programa académico, dotar de mayor equipo a las instalaciones y laboratorios de Anatomía y Fisiología entre otros, así como el fortalecimiento para la recién creada Maestría en Ciencias de la Salud. Otro de los aspectos relevantes fue dotar con un área de cómputo con lo cual se modernizaba y se simplificaban los procesos administrativos y académicos. Se emprendió la implementación de un programa operativo de idiomas, específicamente el Inglés como parte sustancial en la formación del estudiante de Medicina. Fue aquí donde también se comenzó a dar un papel a los padres de familia, quienes comenzaron a desempeñar un rol fundamental en la formación de sus hijos. En el año 2000, tras un gran trabajo comenzado en administraciones anteriores, la participación del personal docente y alumnos, se logró la primera Acreditación del Plan de Estudios por parte de la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina (AMFEM). En este mismo año continuó el crecimiento de los estudios de posgrado, al comenzar las actividades académicas del Doctorado en Ciencias con Especialidad en Farmacología médica y molecular.

A partir de agosto de 2005 la Unidad Académica de Medicina se encuentra en sus nuevas instalaciones ubicadas en la carretera a Guadalajara en el ejido La Escondida, creadas dentro el Área de Ciencias de la Salud. De esta fecha en adelante comenzó la implementación del nuevo modelo académico UAZ siglo XXI cuya característica fundamental es la integración por áreas del conocimiento, siendo la de Ciencias de la Salud la primera en comenzar dicho proceso dentro de la Universidad Autónoma de Zacatecas.

 

Lo anterior obligó a formar el nuevo Modelo Curricular Integral, con lo que se pretende dejar la enseñanza de la Medicina de la manera “tradicional” para pasar a proceso donde la enseñanza-aprendizaje este centrada en el estudiante, con una educación integradora, cuyas características principales son la formación integral, multidisciplinar, la flexibilidad y el trabajo en equipo, todo ello complementado con la adquisición de destrezas en informática, computación y formación de un segundo idioma. A través de estos procesos el estudiante desarrollará destrezas educacionales que le permitirán ser un profesional relevante.